lunes, 21 de febrero de 2011

Acanthochelys pallidipectoris



Acanthochelys pallidipectoris


Tortuga de Pantano
Orden: Testudines
Suborden: Pleurodira
Familia: Chelidae
Nombre científico: Acanthochelys pallidipectoris Freiberg, 1945


Etimología: El nombre, deriva del griego y significa tortuga con espinas de pecho pálido. Acanthos= espina; chelys = tortuga; pallidus = pálido; pectoris = pecho.
Otros nombres vulgares:

SUDAMÉRICA: Cágado, cágado preto (Brasil); tortuga canaleta (Uruguay).

ARGENTINA: Tortuga de agua, tortuga chata, tortuga de pantano, tortuga chaqueña (General); tortuga de represa, tortuga de bañado (Formosa, Salta); tortuga chata de pecho amarillo (Chaco); † eparek (Guaycurú-Abipón); napotáganagat, napotáganagadí (Guaycurú-Toba); totká (Mataco-Mataguayo).

Estatus IUCN: Vulnerable A1cd - D1
Estatus nacional (Argentina): En Peligro (Chébez et al 2008), En Peligro de Extinción (Richard y Waller 2000)
Estatus nacional (Bolivia): Casi Amenazada (MMAyA 2009)


Propuesta de Recategorización (Richard y Waller, 1999) Taller de Recalificación DFFS - SRNDS: Apéndice II


Descripción: Tortuga pleurodira acuática de tamaño relativamente pequeño (17 cm de longitud). Caparazón dorsal de color castaño o verde oliva surcado longitudinalmente por un ancho canal que abarca los escudos vertebrales 1 al 5, escudos poco o nada grabados. Plastrón amarillo uniforme o con uniones entre escudos de color castaño oscuro. Cabeza amarillenta, deprimida y cubierta por escudos poligonales grandes. Cuello largo cubierto de espinas córneas. Muslos con tubérculos muy prominentes. La mitad posterior del plastrón es cóncava en los machos adultos (Dimorfismo sexual secundario).


Distribución geográfica:

AMÉRICA: Argentina, Bolivia y Paraguay.

ARGENTINA: Provincias de Chaco, Formosa, Salta, Santa Fe y Mendoza (Antropocoria).

BOLIVIA: En los humedales chaqueños al Sureste del departamento de Tarija, puntualmente en la Reserva Privada El Corbalán, en la ecoregión del Gran Chaco.(MMAyA 2009)

Población:
Sólo existe un estudio poblacional para la especie realizado por los autores en Mendoza (1990) donde la especie ha sido introducida por el hombre en tiempos recientes. Allí la población se compone de un 100 % de clase adulta y un leve predominio de hembras sobre machos.


Historia natural:
Acorde a las investigaciones de los autores, la distribución puntual de la especie se encuentra mayormente circunscripta al bosque chaqueño semiárido donde habita, durante el verano, en lagunas temporarias originadas por las lluvias estivales, bañados y charcas. Allí se las puede ver capturando renacuajos de distintas especies y peces. Esta tortuga es acuática solamente en época de lluvias (Verano), época en la que se reproduce y alimenta, pasando el invierno habitualmente oculta o enterrada en el bosque. Es de hábitos diurnos y habitualmente no practica asoleamiento atmosférico. Se trata de una especie principalmente carnívora y oportunista según se desprende de la amplitud (en términos de riqueza) de componentes animales de su dieta. La estrategia de caza activa en fondo incluye movimientos rápidos del cuello previos a la captura que va acompañada de una fuerte succión asociada a un sonido corto y seco que es audible bajo el agua aún a distancias de 1m. El tamaño de las presas sería en este caso selectivo. Además es una de las pocas tortugas acuáticas que practican la neustofagia es decir la alimentación de neuston o microfauna que habita la superficie del agua y para ello realiza un complejo proceso de captura y filtrado de dicha película superficial. Se desconoce el comportamiento de cortejo y reproducción de la especie en su medio. La puestas conocidas de huevos (sólo tres) han sido realizadas en cautiverio y constaban de 4 a 5 huevos casi esféricos (24 mm de diámetro y 8 - 9 g de peso) de color rosado muy claro.


Problemas de conservación:
Acorde a las investigaciones de los autores, se trata de una especie hasta ahora endémica de Argentina. Es una tortuga acuática de ambientes semiáridos (!) de distribución restringida y que aparece “visible” un período muy breve del año por lo que todo ello contribuye a que la especie sea “rara”, poco conspicua o difícil de hallar. Por otro lado, su alta dependencia con su hábitat, la hacen muy vulnerable; hábitat que ha sufrido una gran expoliación debido a la explotación forestal descontrolada, el agro y al sobrepastoreo, contribuyendo a la creación y/o expansión de un panorama desértico en muchas áreas. Además esta tortuga bruma, al menos 8 meses del año. Vale decir que durante la mayor parte del año la especie se encuentra en un estado que no le permite activar absolutamente ningún mecanismo de defensa o de huida. Durante este período, la tortuga está expuesta a predadores, muerte por enfermedad y aún ataque mortales de insectos (Por ej. hormigas carnívoras). Finalmente, no deja de resultar paradójico que mientras la ciencia actualmente conoce o tiene referencias de tan sólo unos 20 ejemplares con datos de esta especie, la misma, aparece desde hace por lo menos 10 años en casi todas las listas mensuales de los más grandes proveedores de mascotas en USA: En 1994, el precio a distribuidores y/o revendedores en USA de un ejemplar adulto de A. pallidipectoris era de U$D 275. Es decir que, aunque aún no se haya cuantificado existe un mercado internacional para esta especie circunscripta a Argentina.


Medidas de conservación tomadas:
Un informe del autor elevado a la IUCN recientemente (1995) permitió cambiar el estatus de la misma de “Rara” a “Vulnerable”. Presumiblemente, A. pallidipectoris podría estar presente en los Parques Nacionales Pilcomayo (provincia de Formosa), Chaco (provincia de Chaco), la Reserva Nacional Formosa (provincia de Formosa) y la Reserva Provincial Laguna La Loca (provincia de Santa Fe), pero no figura en las listas internas de especies para los mismos y su presencia no se ha verificado. Aún así, ninguna de ellas obviamente, ha sido diseñada en función de esta especie por lo que, de confirmarse su presencia en alguna, deberá arbitrarse medidas tendientes a su reorganización como requisito básico para proteger poblaciones representativa e intactas de A. pallidipectoris.


Medidas de conservación propuestas:
Se ha elevado un informe similar al realizado para al IUCN a la FVSA para que tomen idénticas medidas sobre su estatus. Además se ha solicitado a la IUCN que eleven la petición ante CITES a fin de incluirla en el Apéndice II de sus listados a fin de que el comercio internacional de la especie quede regulado. Se espera con ello, iniciar una estadística (hoy inexistente por los motivos expuestos) de los volúmenes extraídos y un control del comercio hasta tanto se obtenga una evaluación de la especie en todo su rango de distribución. En tal sentido, el conocimiento de una estadística de los volúmenes extraídos es una necesidad para cualquier estudio ecológico o conservacionista, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de las veces estos volúmenes superan ampliamente cualquier tasa natural de predación que exista sobre la población. Finalmente, dada la escasa información disponible, es prioritario estimular el desarrollo de estudios básicos sobre su biología (en especial, requerimientos de hábitat) como punto de partida para cualquier política de manejo y/o conservación de la especie.
En relación a las poblaciones argentinas se propone: a) monitorear estrechamente su comercio local y realizar estadísticas de los volúmenes manejados en el mercado interno y externo clasificándolos cuando sea posible por edad, especie, subespecie, origen, etc. b) derivar los animales decomisados del tráfico ilegal a instituciones que estén en condiciones de realizar una rehabilitación o bien conformar un plantel reproductor o derivar a instituciones que puedan recibirlas con fines educativos o científicos; c) dar a conocer los avistajes de ejemplares libres o cautivos a la FVSA, Fundación Cullunche y a la Fundación Miguel Lillo; f) Estimular el desarrollo de estudios básicos sobre su biología (en especial, requerimientos de hábitat) y estado de conservación.


Cautiverio:
Existen ejemplares de la especie en el Zoológico de Roque Sáenz Peña (Chaco) y Acuario Municipal de Mendoza.

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